It was more than improbable that this four artists met in a common project. Nevertheless, here they are, luckily gathered: Amadeo Azar, Milo, Roberto Rey and Hernán Salamanco present this strange and seductive exhibition, at the Contemporary Art Gallery Pasaje 17.
Azar, moving away from the dystopias, from neat models, axonometric drawings and faint watercolors joins Salamanco, who gives up his industrial paints and recovered signs in order to work together in a project that, even though is being executed in their present artistic maturity, has been gestated since their childhoods, from memories and pictures kept by the artists through the years. They make a disturbing piece of art that remits to creepy and fascinated children of ambiguous ingenuity.
Roberto Rey goes deeper into the time/light allusion and conceives, with Visual Exercise, a multimedia installation that, quoting the curator, ponders, though different mediums such as the video, the model and the image, about the limits in which thing acquire or lose their entities depending on the light that shines down on them. It’s a metaphor about our perceptive disabilities or the excess with which the century of the lights still irradiates its irreducible reason and Rey takes over with that implacable light until the point of making one of Argentina’s icon of modernity, Amancio Williams’ House of the Bridge (Casa del Puente) vanish.
Milo, from his apparent simplicity, surprises us from the moment of the conception of his work. Two of his pieces were made in public, making his production a permanent exercise of exchange with the spectator, encouraging him to play an active game, that in this case was extended to his colleagues.
The gallery’s proposal deserves a separate paragraph. Two days before the inauguration, and with the participation of the artists, it invited the general public to witness the curatorship, the montage and execution of some of the pieces exposed, transforming the usual intimacy of the backstage into an open doors performance.
In the underground room there are paintings by Roberto Rey and Milo Lockett and some papers made by the pair of Azar and Salamanco.
With curatorship by Héctor Médici and a spotless coordination by Dolores Casares, this is an exhibition to be appreciated by artists and by those unwary ones that dare to go into these unique universes that are displayed.
Azar, Lockett, Rey, Salamanco at Pasaje 17, Buenos Aires / Argentina. Live painting and vernissage, August 1 and 3, 2011. Video and text by Roberto Rey, Milos Deretich, Luciana Zothner, Ángel Sánchez.
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Text in Spanish:
Resultaba más que improbable que estos cuatro artistas se encontraran en un proyecto en comíºn, sin embargo acá están afortunadamente reunidos: Amadeo Azar, Milo Locket, Roberto Rey y Hernán Salamanco realizan esta extraí±a y seductora muestra, en la Galería de Arte Contemporáneo Pasaje 17.
Azar alejándose de la distopia, de cuidadas maquetas, dibujos axonométricos y tenues acuarelas se articula con Salamanco, que también cede en este caso, sus esmaltes industriales y los recuperados carteles, en pos uno y otro de un proyecto conjunto, que aportando desde sus infancia y ejecutado en su actual madurez artística, se gesta desde los recuerdos y las imágenes conservadas por los artistas a través de los aí±os, realizan en la sala un inquietante mural que remite a tenebrosos y alucinados chiquillos de equívoca ingenuidad.
Roberto Rey profundiza en la alusión tiempo/luz y concibe, con Ejercicio Visual (cita por Ejercicio Plástico, de David Alfaro Siqueiros), una instalación multimediatica , que, en palabras del curador, reflexiona a través de diversos dispositivos como el video, la maqueta y la práctica pictórica, sobre los límites con los que las cosas adquieren entidad o la pierden segíºn la iluminación a la que están sometidas. Metáfora sobre nuestras discapacidades perceptivas o del exceso con el que el siglo de las luces aun irradia su razón irreductible, Rey somete con esa luz implacable hasta ¿desvanecerlo?, a uno de los iconos de la modernidad en la Argentina, la Casa del Puente de Amancio Williams.
Milo, desde su aparente simplicidad nos sorprende desde el momento mismo de gestar la obra, dos de los cuadros fueron realizados con píºblico presente, haciendo de su producción, un ejercicio permanente de intercambio con el espectador, incitándolo a un juego activo, que en este caso se extendió también a sus compaí±eros de proyecto.
Párrafo aparte merece la propuesta de la galería, que dos días antes de la inauguración y con participación de los artistas invito al píºblico en general a presenciar la curaduría, montaje y realización de varias de las obras expuestas, transformando la habitual intimidad del backstage en una performance a puertas abiertas.
En la sala del subsuelo se pueden ver pinturas de Roberto Rey y Milos Locket y unos papeles de la dupla Azar / Salamanco.
Con curaduría de Héctor Medici y la impecable coordinación de Dolores Casares, es esta una muestra para ser apreciada por artistas, y por los incautos desprevenidos que se animen a adentrarse a estos universos tan particulares que se despliegan en esta muestra.